
El auge de las dietas naturales en perros y gatos ha llevado a muchos dueños a optar por la alimentación cruda, conocida como dieta BARF. Sin embargo, expertos advierten sobre los riesgos que puede implicar para la salud de las mascotas y sus propietarios.
David Rodríguez, veterinario especialista en Nutrición y Gastroenterología y vocero del Colegio Médico Veterinario de Chile, señaló que los beneficios de esta alimentación aún no cuentan con respaldo científico. A pesar de que sus defensores aseguran que mejora la piel, el aliento y la digestión, no existen estudios concluyentes que lo avalen.
Uno de los principales peligros radica en la presencia de bacterias y patógenos en la carne cruda, como Neosporum caninum, Toxoplasma gondii y Escherichia coli, que pueden afectar tanto a los animales como a los humanos en contacto con ellos. También se han registrado casos de tuberculosis en gatos europeos alimentados con carne cruda.
Otro factor de riesgo es el consumo de huesos, que podría provocar obstrucciones o perforaciones en el tracto digestivo de las mascotas. Además, Rodríguez enfatizó que cada animal tiene necesidades específicas, por lo que la alimentación debe ser personalizada y supervisada por un profesional.
El especialista subrayó que, ante la falta de estudios de alta calidad sobre los efectos a largo plazo de la dieta BARF, es fundamental que los dueños consulten con veterinarios antes de modificar la alimentación de sus mascotas, priorizando siempre su bienestar y salud.